Ideas de inversión

No se puede servir a dos señores

Jesús Sánchez-Quiñones

Consejero Director General

"Nadie puede servir a dos señores, pues menospreciará a uno y amará al otro, o querrá mucho a uno y despreciará al otro" (Mt 6,24)

Estados Unidos, como primera potencia mundial, suele ser el origen de tendencias que acaban llegando a todos los países occidentales y en ocasiones al mundo entero. La eclosión de los criterios ESG (E: medioambiente; S: social; G: gobernanza) en las inversiones comenzó en los Estados Unidos, trasladándose con inusitado ímpetu a Europa. Ahora, el entusiasmo inicial sobre el enfoque ESG en las inversiones en EE. UU. se enfrenta a un rechazo creciente, principalmente en los estados republicanos.

Algunas de las compañías financieras, como Blackrock, que fueron la punta de lanza de la aplicación de criterios ESG en la toma de decisiones de inversión, están retrocediendo desde sus posiciones maximalistas iniciales. Así, grandes entidades como Blackrock, JP Morgan y State Street han abandonado el grupo "Climate Action 100+". El objetivo de esta organización es lograr que los grandes emisores de gases de efecto invernadero tomen las medidas necesarias contra el cambio climático.

Algunos estados estadounidenses, como Florida, Luisiana, Carolina del Sur, Utah, Arkansas, West Virginia, Missouri y Texas han retirado cantidades millonarias de fondos de grandes gestoras como Blackrock como muestra de rechazo a contemplar criterios ESG en la toma de decisiones de inversión sobre dichos fondos.

De acuerdo con Morgan Stanley Capital International (MSCI), invertir contemplando criterios ESG es considerar factores medioambientales, criterios sociales y de gobernanza de las compañías, además de factores financieros en el proceso de toma de decisiones. El problema radica en la definición y evaluación de los criterios ESG. Aunque la declaración de principios de dichos criterios puede ser loable, su aplicación está sujeta a un elevado subjetivismo.  Elon Musk tuiteó "la ESG es una estafa escandalosa", después de que Tesla fuera excluida del índice S&P Global ESG por incumplir los criterios ESG.  

Más de 20 estados republicanos han tomado medidas contra aquellas entidades financieras que aplican criterios ESG. Algunos estados como Texas no permiten que se excluyan determinados sectores, como el petrolero y gasista, dentro de los criterios de inversión. Otros estados como Florida no permiten que se empleen determinados factores ESG. Recordemos la pérdida de grandes beneficios concedidos a Disney por el estado de Florida por considerar que aplicaba determinados criterios "woke" contrarios a las leyes del estado.

La clave de la polémica en Estados Unidos y de las investigaciones abiertas por 19 Abogados Generales de distintos estados (Attorney General) radica en la quiebra del deber fiduciario de las gestoras de lograr el máximo beneficio dentro de la legalidad en la gestión de un patrimonio por aplicar determinados criterios que pueden ser considerados discutibles y con un elevado trasfondo político. Consideran que el peligro no es sólo que las grandes gestoras puedan decidir desinvertir de sectores enteros, como el petrolero, sino también que, dadas sus elevadas participaciones accionariales en muchísimas compañías, pueden forzar a las empresas a dirigir sus inversiones y esfuerzos hacia determinados objetivos con un sesgo político que no necesariamente coincide con el interés de sus clientes.

Incluso un estado demócrata como Kentucky ha aprobado una ley que requiere a los fondos de pensiones del estado a tomar las decisiones de inversión en función de los riesgos financieros y las expectativas de retorno y no sobre criterios ESG.

El tesorero de Carolina del Norte, Dale Folwell, comentó en una carta dirigida a Blackrock que "enfocarse en criterios ESG va contra la responsabilidad fiduciaria, es decir, contra el mejor interés de sus clientes".

Se plantea incluso una posible acción "antitrust" (antimonopolio o defensa de la competencia) contra los miembros de la alianza climática porque pueden coordinar objetivos en empresas e industrias donde tienen elevadas participaciones.  

Ante este movimiento "anti-ESG" en EE. UU. las entidades financieras han comenzado a reaccionar. Alguna como Deutsche Bank reconociendo en noviembre pasado que las compañías petroleras sí pueden estar en fondos ESG. Otras como JP Morgan, State Street o Blackrock retirándose de organismos como "Climate Action +100", aunque sigan perteneciendo a otras organizaciones con objetivos similares como Net Zero Asset Managers Iniciative (NZAM), CERES, o los Principios de Inversión Responsable de las Naciones Unidas (UNPRI).

Toda esta polémica sobre los criterios ESG de Estados Unidos no ha llegado a Europa. Pero lo mismo que la tendencia ESG vino de América, estas polémicas acabarán llegando, aunque todavía parezca lejano.

Como dijo el senador de Texas Lois Kolkhorst parafraseando el evangelio de San Mateo, "no es posible servir a dos señores".