En Asia, las bolsas cerraron positivas.
El Kospi 200 de Seúl subió un 0,26%, el Hang Seng de Hong cerró al alza un 0,60% y el Shanghai Composite cerró positivo un 0,93%, mientras el Nikkei 225 de Tokio permaneció cerrado.
En Europa, los principales índices transan al alza.
El IBEX de Madrid sube un 0,76%, el CAC 40 de París positivo un 1,15%, el DAX de Alemania arriba un 0,76% y el FTSE 100 de Londres al alza un 0,36%.
En la Eurozona se conoció el IPC final del mes de enero, anual 5,1% (vs 5,1%e y 5,1% anterior revisado) y mensual 0,3% (vs 0,3%e y 0,4% anterior revisado).
En Alemania se publicó la Confianza del Consumidor por el GFK que marcó -8,1 puntos (vs -6,3e y -6,7 anterior).
En EE.UU. los futuros sobre los índices US 30, US Tech 100 y US 500 suben un 0,68%, 1,13% y 0,81% respectivamente.
En cuanto a materias primas, en este momento el petróleo Brent baja un 0,47% a USD 93,41 el barril y el WTI baja un 0,69% a USD 91,28 el barril.
En cuanto a las criptomonedas el Bitcoin sube un 4,73% a USD 38.892 y Ethereum sube un 4,41% a USD 2.712.
Siendo las 9:00 horas, el dólar en Chile se transa en $788,50 (-$1,90; -0,24%)
A pesar del reconocimiento de Putin respecto a reconocer la independencia de las repúblicas separatistas pro-rusas de Ucrania, Donetsk y Luhanks, que presionó a la baja las bolsas en una primera instancia, se estima que todavía hay espacio para una solución pacífica. Las sanciones económicas anunciadas por EE.UU., y los países de la OTAN se consideran notan drásticas como podrían haberlo sido.
Por otra parte, se estima que, si Rusia anexa estas dos repúblicas ucranianas pro rusas, Putin se habría anotado un triunfo y no debería ir por una invasión hacia el resto de Ucrania, pues en ese caso, la reacción armada sí sería inminente. Mientras que, en la situación actual, se puede llegar todavía a un acuerdo diplomático.
Finalmente, la OTAN debería desechar la idea de incorporar a Ucrania a dicho grupo de países, que por cierto es uno de los temas resistidos por Rusia.
Finalmente, todavía queda mucho por definirse y lo único que sabemos es que todavía hay espacio para la diplomacia y que un desenlace armado sería la peor solución, tanto para los involucrados directamente, como para el resto del mundo.
Es previsible que se mantenga una elevada volatilidad, pendientes de la respuesta de Occidente (Europa, EEUU, Reino Unido...) a la decisión de Rusia de reconocer la independencia de las repúblicas separatistas pro-rusas de Ucrania. Por el momento, los tres países han impuesto sanciones a la deuda soberana rusa: ya no se podrá negociar en sus mercados, cortando a Rusia la financiación occidental, si bien el impacto es limitado dado que el grueso de la deuda rusa se emite a nivel local (no se ha recurrido a financiación internacional desde mayo-2021). Por su parte, Alemania ha bloqueado la certificación del gasoducto Nord Stream 2 (impulsando al alza el precio del gas natural) y Reino Unido ha congelado los activos de los principales bancos rusos. EE.UU. ya bloqueó todas las inversiones en los territorios separatistas. Las sanciones parecen menos duras de lo previsto por el mercado, y queda por ver qué es lo que activa mayores sanciones contra Rusia. La reunión prevista al más alto nivel (Biden-Putin) queda descartada una vez EE.UU. ha declarado que la invasión de Rusia por Ucrania está en curso, al igual que se ha cancelado el encuentro Blinken-Lavrov previsto para el jueves.
Con los datos que se tiene hasta este momento, el dólar podría oscilar entre $785 a $790.