Las bolsas frenan sus avances (+25%/+30% en últimos 6 meses) ante la reducción de expectativas de recortes de tipos de la Fed en 2024, lo que también impulsa las TIRes a máximos anuales.
El factor que provoca este reajuste de expectativas es una inflación americana que se sitúa por encima de lo esperado por tercer mes consecutivo, y que obliga a la Fed a reconocer que el camino hacia el objetivo del 2% tardará más de lo previsto en recorrerse. Esto provoca que el mercado pase a descontar sólo 1 ó 2 bajadas para 2024 vs 3 hace un mes y 7 en diciembre pasado. En la próxima reunión de la Fed (12-junio), esperamos actualización del dot plot desde las 3 que apuntaban en marzo a sólo 2 bajadas para 2024.
Estas bajadas de tipos de la Fed se deberían ver sustentadas por cierta desaceleración observada en el mercado laboral americano, señales de cesión en el consumo privado y moderación en los indicadores adelantados de ciclo (ISM), aunque siempre vigilando la evolución de los precios.
En lo que respecta a la Eurozona, los precios continúan moderándose y aproximándose al objetivo del 2%. Incluso en el sector servicios, donde las presiones inflacionistas se mantenían más elevadas, empiezan a ceder. En este contexto, mantenemos la primera bajada de tipos del BCE en la reunión del 6-junio, asumiendo que se confirmará la moderación esperada en salarios 1T24 (23-mayo).
Aun así, revisamos el número de bajadas para 2024 de 4 a 3 ante la aceleración del ciclo económico europeo, que muestran que lo peor del estancamiento económico ha quedado atrás, y el limitado desacoplamiento respecto a la Fed.
En conclusión, esperamos 2 bajadas de tipos en EE.UU. y 3 en Eurozona en 2024, que en cualquier caso mantendrán la política monetaria en zona restrictiva, al mantenerse aún alejados de niveles neutrales.
Mientras tanto, en el plano empresarial, los resultados del 1T24 superan las expectativas y, aunque la reacción de las cotizaciones es netamente negativa, muestran la resiliencia del ciclo americano y la mejora de las expectativas cíclicas en Europa, y hacen más factibles las previsiones de crecimiento de BPAs para el año, lo que debería servir de apoyo para las bolsas en el medio plazo.
Las valoraciones actuales de las bolsas son razonables, especialmente en Europa, y teniendo en cuenta que los próximos movimientos de tipos serán a la baja y que las expectativas cíclicas globales están mejorando. Sin embargo, tras subidas del +25/+30% en los principales índices en los últimos 6 meses, consideramos que podrían surgir mejores puntos de entrada en los próximos meses ante la materialización de distintos riesgos: 1) Ajuste adicional de expectativas de recortes de tipos ante una inflación que no cede; 2) Riesgos geopolíticos con implicaciones alcistas en inflación (Oriente Medio), 3) No recuperación de la economía europea o desaceleración excesiva de EE.UU., 4) Riesgo CRE (Commercial Real Estate) ante elevados vencimientos de deuda en 2024.
Geográficamente, Europa podría seguir cerrando su elevado descuento respecto a EE.UU., apoyado por la mejora de las expectativas cíclicas y el inicio de bajadas de tipos del BCE en junio.
En cuanto a la Renta Fija, seguimos viéndola como una buena fuente de rentabilidad. Seguimos prefiriendo duraciones cortas en deuda pública y crédito grado de inversión, más protegido que el high yield.
En otros activos, seguimos favoreciendo la inversión en oro, que marca máximos históricos apoyado por su calidad de activo refugio en el actual contexto geopolítico, las compras de los bancos centrales y el fin de las subidas de tipos.
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