Tras cierta toma de beneficios en abril, las bolsas reanudan su camino al alza ante:
Por su parte, la renta fija sigue sin aportar rentabilidad en el año, en un contexto en el que a la inflación le cuesta recorrer “la última milla” hacia el objetivo de inflación del 2%, lo que lleva a los bancos centrales a retrasar sus primeras bajadas (Fed) o a iniciarlas con un sesgo “hawkish” (BCE).
En el caso del BCE, anuncia en junio su primera bajada de tipos desde 2019, aunque es una bajada “hawkish”, ante una inflación que se resiste a seguir bajando (baches en el camino al 2% objetivo), surgen nuevos riesgos al alza sobre los precios (coste del transporte) y un ciclo económico que confirma su punto de inflexión al alza. Mantenemos nuestra previsión de 3 bajadas en total en 2024 (2 adicionales), en una decisión que será totalmente data-dependiente y con limitado desacoplamiento respecto a la Fed.
En lo que respecta a EE.UU., la mejora del IPC en los dos últimos meses es aún insuficiente para generar confianza sobre el cumplimiento del objetivo de inflación del 2%, lo que lleva a la Fed a mantener sus tipos sin cambios y a endurecer su “dot plot” a solo 1 recorte en 2024, aunque elevando de 3 a 4 los recortes de tipos previstos para 2025. En cualquier caso, los datos tendrán la última palabra. Desde Renta 4 mantenemos nuestra previsión de 2 recortes de tipos de la Fed en 2024.
Por su parte, el ciclo económico sigue dando muestras de resiliencia en EE.UU. y confirma su punto de inflexión en Europa, lo que a su vez sirve para avalar las expectativas de crecimiento de beneficios empresariales del consenso de mercado.
En el escenario descrito de inicio de bajada de tipos de interés y mejora de expectativas cíclicas, las valoraciones de las bolsas son razonables en términos históricos en Europa en general y en España en particular, así como en el caso de EE.UU. si excluimos a los 7 Magníficos.
No obstante, consideramos que tras avances del 25%/40% en los últimos 7 meses y de doble dígito en 2024, sería aconsejable cierto respiro para tomar nuevo impulso. Un respiro que podría llegar ante la materialización de algún riesgo (inflación que no ceda, riesgos geopolíticos, empeoramiento del ciclo, elecciones EE.UU., excesiva concentración de las subidas) y que aprovecharíamos para aumentar posiciones en un escenario de menores tipos a medio plazo y de mejora de los resultados empresariales.
En nuestro escenario base, consideramos que el anticipo del BCE en las bajadas de tipos y el punto de inflexión en el ciclo europeo podrían apoyar un mejor comportamiento de la bolsa europea (con el permiso de la incertidumbre política, tras el anticipo de elecciones en Francia) y una mejora relativa de los small caps (apoyados por sus atractivas valoraciones y su infraponderación en las carteras de los inversores).
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