Ideas de inversión

Cuidado con los deseos del BCE

La obsesión del BCE es conseguir que la inflación aumente hasta el nivel de su objetivo marcado: una tasa de crecimiento de los precios al consumo cercana, pero inferior, al dos por ciento. Cada intervención de Draghi y de otros miembros del BCE sirve para recalcar que seguirán inyectando liquidez hasta lograr dicho objetivo.

La inflación puede incrementarse básicamente por dos circunstancias:

- La demanda interna crece de forma considerable y presiona los precios al alza provocando subidas de la inflación. A pesar del aumento de las previsiones del crecimiento en la Eurozona, nada hace indicar que asistamos a subidas de precios por esta circunstancia.

Aumento de los precios de los productos importados, principalmente el petróleo y otras materias primas.

La inflación debida a un incremento de la demanda interna suele ir acompañada de una mejora de la economía. Subiendo los tipos de interés se pretende enfriar la economía y los precios. Sin embargo, cuando el aumento de la inflación se debe a un aumento de los precios de los productos importados, que de por sí supone una transferencia de riqueza al exterior, la subida de tipos de interés puede llevar a la "estanflación": inflación sin crecimiento económico.

Los dos fuertes repuntes de la inflación de los diez últimos años, hasta el 4,1% en 2008 y hasta el 3% en 2011 se debieron, en ambas ocasiones, a sendas subidas del precio del petróleo y de las materias primas. En 2008 el petróleo se disparó por encima de los $140 y en 2011 por encima de $120. En ninguno de los dos periodos el alza de los precios se debió a una mejora de la economía, sino al incremento de precios de productos importados.

Tanto en 2008 como en 2011 el BCE cometió el error de subir los tipos de interés ante el alza de la inflación por encima de su nivel objetivo del 2%. No tardó en tener que deshacer su decisión bajando los tipos de interés ante la debilidad de la economía y la caída posterior de la inflación. 

La recuperación de economía europea es un hecho. No obstante, tras tantos años con los tipos de interés en niveles ínfimos e intervenidos, las subidas de los tipos de interés tendrán inevitablemente un efecto pernicioso sobre el crecimiento económico. El BCE sólo subirá tipos los tipos y dejará de comprar bonos cuando la inflación en la Eurozona alcance el 2%.

Como ya ha ocurrido dos veces en la última década, aunque no es lo más probable, no es descartable otro episodio de escalada del precio del petróleo en un breve periodo de tiempo. En caso de tener lugar, subiría la inflación por encima del 2% y el BCE subiría los tipos de interés y dejaría de comprar bonos. En dicho escenario, difícilmente la economía europea sería capaz de mantener el crecimiento económico.

Esperemos que la obsesión del BCE por lograr inflación no nos aboque al peor de los escenarios: la estanflación, o inflación sin crecimiento.